App colombiana

Una aplicación para móviles y tabletas desarrollada por colombianos ayuda a niños entre tres y seis años de 73 países a incorporarse al colegio y los incentiva en esta etapa clave de la educación, se trata de Kindery.

Kindery, un estudio transmedia que se fundó hace año y medio en la ciudad de Bucaramanga, ayuda a los pequeños a enfrentarse al miedo, el rechazo y el desapego familiar con una app que narra las vivencias de 12 personajes que van al colegio.

“Nos dimos cuenta de que por medio de la tecnología a la cual los niños tienen acceso desde muy pequeños podíamos hacer que aumentara su amor por el aprendizaje”, dijo a Colombia.inn, agencia operada por Efe, el director ejecutivo de la compañía, Juan Felipe Salcedo.

La aplicación, en forma de cómic sin palabras, permite a los niños, aún sin saber leer, entender situaciones bajo un formato por el cual los jóvenes estudiantes narran lo que sucede al ver la secuencia de las imágenes.

Kindery “estimula el hemisferio derecho (del cerebro) al motivar al menor a hacer la historia y el hemisferio izquierdo al expresarla ampliando su vocabulario, estructura gramatical y comprensión lectora”, aseguró este emprendedor.

Destacó que “el pequeño gana confianza en sí mismo al comprender lo que pasa sin ayuda y tiene una reacción positiva en torno a los libros”.

Precisamente por su valor educativo Kindery fue seleccionada por el programa “Computadores para Educar”, del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) de Colombia, para incluir su contenido en las tabletas que entrega el Gobierno a los estudiantes de bajos recursos. 

“Una ventaja enorme es no tener lenguaje, porque así no necesitamos traducir nuestro desarrollo y eso hace que se sienta como un producto local en cualquier país que se descargue gracias a que está basado en la comunicación visual”, aseguró.

La compañía aspira a facturar en 2015 unos 300.000 dólares con la venta de la temporada completa de su app, que consta de cuatro historietas, y tiene un costo de tres dólares.

También esperan comercializar la imagen de sus personajes en productos como cartucheras, cuadernos, muñecos y gorros, cuyo precio oscilará entre tres y doce dólares.